viernes, 16 de mayo de 2008

Novello maricón

Recuerdo que en mi primaria las maestras estaban orgullosas de mi. Siempre peinadito, prolijo, zapatitos lustrados, guardapolvo jamás arrugado (gracias vieja). Pero sobre todo por mi forma de hablar respetuosa. Siempre "por favor", "buenos días", "Srta. me permite", buenos modales sobre todo (gracias viejo).

Estas características estuvieron presente también en la secundaria, sobre todo en primer año. Recuerdo que estas actitudes y expresiones llevaron a Moa (lo recuerdan?) a endilgarme el mote de "maricón".
Realmente nunca me gustó tal apodo. No es que tenga algo en contra de la gente con inclinaciones homosexuales, pero realmente no me gustaba. Yo no era maricón. Una vez le pregunté por qué carajo me decía maricón. El me respondió algo así: ¿¡No ves que hasta la profe te miró con mala cara cuando le dijiste "sírvase profesora" !?, refiriéndose a una hoja que le entregué a Sprovieri.
Esta declaración de Moa me aclaró los tantos. Pensaba que si me decía así por las expresiones que utilizaba no era tan grave la cosa. Me hubiera intranquilizado otra respuesta.
De hecho una de las últimas veces que se dirigieron a mi con ese apodo, la recuerdo muy bien. Estábamos en alguna actividad que nos concentraba a todos cuando Sergio Piñeiro me descerrajó con una sonrisa "Novello maricón!", ante la atención de todo el curso. Yo me di vuelta y con mucha malicia le dije "Boca, Ai labbbbiu!!!" arrastrando la be larga. Las risas de todos los que estaban me confirmaron que esa iba a ser una de las últimas veces que oiría la broma. Efectivamente así fue. (muchas gracias Sergio y todo bien con vos).
De todas formas en primero comencé a cambiar el chip de mi historial de perfección.
Recuerdo que ese año no me llevé ninguna materia. Pero en segundo... debuté con dos. Esto llevó a una reflexión importante en el seno familiar. Yo descubría que no era ni quería ser tan perfecto. Mis viejos descubrían que yo empezaba a crecer de una forma distinta al prototipo de joven de los ´50 que ellos querían.
Horacio Novello

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo nunca te dije "maricón" no?
Toki

horacio novello dijo...

Es verdad. No recuerdo jamás que me hayas llamado así.
Ese quizá fuese otro motivo de no haberme preocupado también. La gente que me quería y me conocía mejor... me decía "doguir".

Anónimo dijo...

Doguir:
Ahora que lo decís creo que habia una historia así, aunque muy bien no la recuerdo porque eso fue en primer año. Vos estabas en 1º 2nda. y yo en 1º 1era. Creo que M."Gastón" Rodriguez hablaba del "Novello´s Putting Club" o algo por el estilo. De todos modos, como diría Bundio, eso no duró mucho ya que de segundo en adelante jamás se habló de ello. En tal caso para mi siempre fuiste y serás el querido, inimitable y único Doguir.
Un besote, pero de machos, nada de mariconadas chaval, como diría Torrente, je.

Anónimo dijo...

Horacio, cuando uno es chico no se da cuenta cuanto daño puede hacer con una expresión desubicada,pero honestamente no lo recuerdo!!!de todas formas nunca pense en vos como maricón.Un piquito por las dudas, Ja,Ja,Ja.El boca

horacio novello dijo...

Sergio, yo me acuerdo de esa anécdota porque fue algo así como el "principio del fin".jaja
Por otro lado quedate absolutamente tranquilo que la vida es así. Yo seguramente de algún modo te herí y lo habré hecho a unos cuantos más con cosas que dije o hice. Pero lo bueno es que podemos reparar esos "daños" en la medida que amemos a los demás.
Por eso te acepto ese piquito.
Pero de "machos" como dice Marcelo.

Unknown dijo...

me parece que hay muchos piquitos por aqui,
no sera que les gusta de verdad, no???????
nelson

Anónimo dijo...

Che! A todos ustedes: Toki, Gordo, Boca, Cabe ... No sean maricones!!!!!!!!!!!!!!!
Pili

Anónimo dijo...

Che, Novello !
Al final no nos queda claro. Sos maricón o no ?
Qué lo parió !
Toki

PD: De cualquier modo, nunca me agacharía a agarrar el jabón con el Doguir al lado, seguro!

horacio novello dijo...

Topki ya te agachaste unas cuantas veces a agarrar el jabón. Lo peor es que a veces lo tirabas a propósito.

"AL TOKI LE GUSTÓLA"