lunes, 12 de mayo de 2008

¡Que gran noche la del viernes! Fue una alegría enorme verlos, escucharlos, abrazarlos. Hermosas las palabras de Nacha y las de todos los mensajes que le siguieron. Fue una noche muy especial y fue mágica la naturalidad con la que todo fluyó, con la misma espontaneidad, afinidad y confianza de antes. Un cálido momento para el reencuentro y para la emoción. Somos los mismos de antes, porque la madera es la misma, pero más grandes y hemos vivido lo suficiente para valorar en su real dimensión lo que este reencuentro significa. Felicitaciones, Silvia, excelente el relato que hiciste en el blog.

Agradecimientos varios: a Lidia y a Graciela por iniciar esta movida, a Claudia por abrir su casa, a todos los que aportaron tecnología o tuvieron la idea de hacerlo, y especialmente a Horacio, que estando fisicamente lejos, está muy cerca, y que con el blog nos hizo calentar motores y llegar a la noche del viernes a punto de caramelo.
Adhiero a la propuesta del 20 de julio, como dice el Toki hay que regar el jardincito.

Besotes

Claudia Ferrando

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