martes, 22 de julio de 2008

Cómo pasé la reunión?... bárbaro.

Me levanté a las 4 para preparar la notebook ponerme en otro lugar para que Esteban no criticara que tenía solo una pared blanca de fondo. Me hice cafecito, un jugo de naranja y pomelo rosado. Me bañé, me perfumé. A las 4:30 me conecto y ni noticias de Nelson. Intento llamar por teléfono y nada. Otra vez y nada… Nuevamente y ocupado (bueno, por lo menos el teléfono funciona pienso).
Recién a las 5:10 la esposa del Cuchi me informa que la banda está en el 7º y me entero que no va a ver cibershow ni nada que se le parezca. En este momento sube un poco la sensación de frustración que había comenzado media hora antes.
Pero bueno… lo principal es que los chicos puedan recibir de mi parte un pequeño saludito y que sepan que aunque no estoy, estoy. Eso es lo que me digo, pero mi egoísmo es fuerte y me da bronca no poder verlos.

La sensación de la pasadita uno por uno del teléfono no es tan mala para alguien como yo que no le gusta hablar por teléfono. Es evidente que quiero decir muchas cosas más de las que digo. Muchísimas más son las ganas de escuchar de cada uno más y más cosas. Me gustaría volar y estar ahí para cagarme de risa y ser yo uno de los que tuvieran que bajar con el ascensor para poder saludar al boludo que está en España. Me quedo con ganas ya no solo de abrazar a cada uno y agarrarle la mano a todos. Sino de escuchar qué carajo hizo con su vida, por dónde pasó en todos estos años y acompañar y hacer un chiste y cagarme de risa hasta llorar.
Nelson es el primero. Pobre Cuchi, se disculpa por no poder conectarnos (pasa nada, chabón. Todo bien). Está contento, la reunión está siendo un éxito. El Cabe sigue y me reta porque no lo llamé esa tarde como le había prometido. Perdoná macho. Sigue el Toki que aunque es uno con los que más veces hablé desde que estoy acá, no me alcanza. Nunca me va a alcanzar. Después siguen cada uno, Ana, Silvia, Lidia, Claudita F, Graciela, Claudita A., DaniP., Sergio y el Kelo.

Lo que hablo con cada uno no sirve, no alcanza, no llega. Necesito más. Hablé de lo lindo que es España, pregunté a los chochamus del estado de las niñas. A las niñas les dije que son las más lindas (a excepción de mi mujer, claro está). Hablé de muchas boludeces que me sirvieron para poder escucharlos y reconocerlos en la voz. Reconocer a cada uno tal cual me los imagino que están.
Quédense, no se vayan. Déjenme estar con ustedes. Permítanme cantar con ustedes. Cuenten conmigo para charlar. Inventemos otra reunión y otra. Demostremos a la vida que nuestro espíritu es ése, el mismo de siempre.


H.Novello

4 comentarios:

Susana Pili dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Susana Pili dijo...

Qué lindo, Gordo!
Me encantó .......

Anónimo dijo...

...claro que el espíritu es el mismo!...y hasta nos mandamos las mismas macanas de antes,no?Los quiero así.

Anónimo dijo...

Hola Horacio: muy lindo lo que escribiste! Ya vas a estar entre nosotros y vas aver lo bueno que es reencontrarse... además, somos como antes, pero mejor... como los buenos vinos...!
Beso grande
Silvia